jueves, 21 de mayo de 2009

"Mi aventura de ser docente"

No hace muchos años egresé de la licenciatura, por lo que mi práctica docente aún es escasa, pero no menos importante. Como buena egresada de la UPN, empecé a buscar trabajo en el ámbito educativo, no fue sencillo, pero ahora sé que ha valido la pena haberme aventado en esta aventura.

He trabajado con estudiantes de niveles básicos, preescolar, primaria y secundaria, también frente a grupo en educación media superior, con menos tiempo, he descubierto que cada nivel es un reto que asumir tanto profesional como personalmente.

La aventura que yo les quiero compartir es muy reciente, llegue a trabajar en un grupo que un profesor tuvo que dejar por cuestiones de salud, este grupo lo dejo el segundo mes de iniciado el ciclo escolar, lo cual dejó muchas resacas y malos momentos pues fue todo un reto retomar las clases y poner al grupo al corriente, sobre todo por que son adolescentes que prefieren hacer su voluntad que seguir normas, ya que no olvidemos que ellos van en contra de lo que implique una autoridad, sin embargo lo que me es un poco complicado que tengo estudiantes que son de mi edad y un poquito más grandes, aun con esto no me intimidaron para trabajar con responsabilidad profesional, después de unos meses logré ganarme su confianza y respeto lo que ha favorecido con grupos subsecuentes el buen ambiente para el aprendizaje, la disposición de trabajo de la mayoría de los alumnos, pero de todo esto no puedo negar que también se han hecho presentes problemas de carácter personal entre algunos alumnos, que evidentemente me han ayudado a crecer. Por eso me he apropiado de las palabras del maestro Esteve: “enseñar se aprende enseñando, con la práctica, porque esta hace al maestro”; cuidar la disciplina de un grupo, enseñar contenidos, cuidar la comunicación y la relación con los estudiantes y afrontar las dificultades únicamente nuestra maestra “la práctica” nos enseñara y ¿cómo?, solamente en este andar. Por que con mis cortos años de experiencia me percato que aun sigo en esta reconstrucción de mi personalidad como docente.

martes, 19 de mayo de 2009

Mi confrontación con la docencia

De profesión soy Psicóloga Educativa, egresada de apenas algunos años de la UPN Ajusco. Desde que estaba en la carrera, mis primeros contactos siempre fue en la docencia, por la misma carrera, así que mi inquietud fue creciendo puesto que comencé a cuestionarme sobre cómo voy a dar sugerencias para mejorar procesos de enseñanza-aprendizaje, dar una buena atención a los estudiantes, que es mi fuerte en la carrera, si nunca he estado frente a esa situación, esta fue el principal motivo por el cual decidí iniciarme como maestra y poco a poco he ido labrando camino, no ha sido una cuestión sencilla, pero sí muy alentadora, por las multiples facetas que hay que enfrentar.

Me gustaría compartir el primer día frente a grupo, situación que nunca voy a minimizar por lo que ha implicado y lo que he aprendido en este andar en la docencia. Ese primer día que estaba frente a grupo quería salir corriendo por uno de mis profesores de la carrera, estaba muy nerviosa sentía el enorme compromiso y sinceramente quería renunciar, sin embargo tuve la fortuna de tener buenos compañeros de trabajo que me animaban y compartian sus experiencias, pronto comencé a sentirme más segura, aunque cada que inicio un ciclo escolar todo vuelve a empezar, menciono esto por que ningún ciclo escolar es igual, por eso me involucro más y más.


El primer año no fue tan sencillo, en primera hubo muchos conflictos a nivel administrativo, además de que en la escuela en la que estaba, conciben a un buen profesor como aquel que mantiene al grupo en silencio y trabajando, esa fue mi primera gran confrontación, ya que yo no comparto esa misma idea.
Resultaba incomodo que constantemente me llamaban la atención por que hacíamos escándalo, ruido y que siempre estábamos en desorden, sinceramente no lo podía evitar, aunque para no seguir metiéndome en problemas apenas pude llegar a un acuerdo en dirección, logre que respetaran mi libertad de cátedra lunes, miércoles y viernes, con eso hice nuevos ajustes.
En la parte pedagógica, para nada es lo mismo tener el conocimiento que saberlo explicar. Llegue a pensar que no sería nada difícil dar clase, sí en el transcurso de la carrera habíamos estudiado una y otra vez las mejores formas de enseñanza-aprendizaje, sin embargo no me había percatado que cuando resolvía un problema de enseñanza aprendizaje, lo hacia desde “el escritorio”, estando frente al grupo me percate inmediatamente que no es lo mismo saber diferentes maneras de adquirir el conocimiento, un sin fin de estrategias para aprendizaje significativo, metacognitivo, por descubrimiento, de procesamiento de información, etc., que aplicarlas a las necesidades del grupo, el asunto ahí cambiaba, es diferente estar en ese lado de la película. Evidentemente si existe una confrontación entre lo que sé y cómo lo enseño, sin embargo por consuelo estoy completamente segura que la única vía para conectar lo que conozco y cómo lo enseño, se construye a través de la práctica, no hay más.
Por último hay que reconocer que es dura esta labor, llena de compromisos, sin embargo muy gratificante "una vez que te levantas de haberte puesto de cabeza para que te entiendan" y ver en el rostro de los alumnos expresiones sinceras de ¡ha, ya le entendí! o ¡si era tan fácil!, se que vale la pena tan solo de compartirlo aquí con ustedes me vuelve a dar emoción.
Como alguno de ustedes yo también estoy iniciando mi camino en la docencia y estoy segura que algunos otros nos pueden compartirnos muchísimas experiencias que han vivido.
Saludos desde el Sur de la Ciudad de México.

Aris.